Introducción
Finlandia, un país apasionado por las saunas, ha sido escenario de estudios profundos sobre los efectos de esta práctica en el organismo. Investigadores de la Universidad de Finlandia Oriental destacan beneficios significativos para el cerebro y el sistema cardiovascular.
Resumen
Investigaciones lideradas por el Dr. Jari Laukkanen sugieren que la sauna puede reducir la incidencia de enfermedades como el Alzheimer y la demencia. Un estudio a largo plazo con 2,500 participantes muestra una relación directa entre el número de sesiones semanales de sauna y la reducción del riesgo, con un promedio de 3 sesiones. Aquellos que disfrutan de estas sesiones, con una duración media de 15 minutos cada una, experimentan una reducción del 60% en el riesgo. Se cree que el calor afecta positivamente al sistema nervioso autónomo y tiene propiedades depuradoras y antiinflamatorias.
En relación con la salud cardiovascular, estudios liderados por Laukkanen demuestran que la sauna reduce la presión arterial, aumenta la elasticidad de los vasos sanguíneos y genera un ritmo cardíaco similar al del ejercicio moderado. Estos efectos, más pronunciados en quienes toman 4 o más sesiones semanales, se traducen en un menor riesgo de enfermedades coronarias, infartos y hipertensión.
Otros beneficios incluyen la aceleración de la recuperación física, reducción del estrés, mejora del estado de ánimo y disminución de los niveles de azúcar e insulina en sangre. Además, se destacan mejoras en la piel debido a la hidratación y eliminación de impurezas facilitadas por la sauna.
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